Ayer 13 de Diciembre se realizó en la Biblioteca el conversatorio con Miguel Iriarte, moderado por Aníbal Tobón en el marco de los círculos de opinión «Desmemorias de Barranquilla», sobre el abandono del río por parte de la ciudad. La charla partió del punto de que para nuestra ciudad no es necesario el río: hemos vivido todo este tiempo sin él, ahora ¿para qué sirve? El río es el ausente del imaginario colectivo de Barranquilla. No lo reclamamos, porque no lo vemos, porque no tenemos historias con el río. No nos enamoramos en una caminata por la orilla, no se nos ocurre un paseo de domingo por sus aguas. Ya nadie va a Mompox, ni vuelve de Plato, ni se va a Magangué por el río.
A ninguna administración le ha interesado proponer devolvernos el río «ni siquiera por demagogia», resalta Iriarte. Nadie menciona al río para nada. La conclusión apunta a que en algún momento es la gente misma la que, cargada de indignación, debe hacer ese reclamo.